MITOS Y CREENCIAS SOBRE LA TENSIÓN
ARTERIAL
Ana
Hidalgo
Muchas personas tienen algunas
ideas equivocadas sobre la tensión arterial, mitos que circulan de boca en
boca, ideas populares muy arraigadas pero carentes por completo de base
científica.
He aquí algunas:
"Si estoy tomando la
medicación durante un tiempo y la tensión se normaliza, ya puedo dejar de
medicarme". Este es un gran error, ya que, en la mayoría de los casos, la
persona a la cual se le diagnostica hipertensión arterial será hipertensa para
toda la vida, y necesitará medicarse y controlar su tensión para mantenerla a
raya. No hay que dejar la medicación sin que el médico lo indique, pues de lo
contrario puede volver a subir. Tampoco se debe cambiar la dosis si no lo
ordena el médico.
"Como ya me estoy tomando la
medicación para bajar la tensión, puedo tomar la sal que quiera". La sal,
retiene líquido y eleva la presión arterial, por lo tanto, siempre es más
aconsejable realizar una dieta baja en sodio aunque tomes una medicación
específica para bajarla. Además, la medicación será más efectiva si se toma
poca sal.
"Yo soy de tener la tensión
descompensada". Es una frase que se utiliza mucho cuando, al realizar la
medición de la tensión, las cifras están muy cercanas, es decir, la máxima y la
mínima tienen los valores muy cercanos. Pero esto, no es relevante, ya que lo
importa es que tanto la "alta" como la "baja" estén dentro
de los límites normales, por debajo de 140/90. Se puede tener una tensión alta
o una tensión baja, pero no compensada o descompensada.
"Si dejo el café y el
picante es suficiente para que pueda controlar mi tensión". Aunque no es
conveniente tomar demasiado café y recomiendan no sobrepasar las tres tazas, no
está demostrado que el consumo habitual provoque hipertensión. Lo mismo para
las comidas con especias, al contrario, según dicen algunos estudiosos, una
pequeña cantidad de especias podría ser beneficiosas por su efecto relajante en
los vasos sanguíneos.
" Como soy de tener la
tensión alta, cuando me baja me siento mal". Cuando una persona, recién
diagnosticada de hipertensión empieza a tomar el tratamiento correspondiente se
siente como decaída, cansada, chafada y con mareos. Eso le lleva a creer que
las pastillas no le sientan bien y que en realidad su cuerpo necesita tener una
tensión más alta de lo normal porque es a lo que está acostumbrada. Pero eso no
es cierto, bastará con que deje pasar unos días para que su cuerpo se regule y
se acostumbre a las pastillas.
"No pasa nada si tengo la
tensión máxima alta y la mínima está dentro de los límites". Resulta tan perjudicial para nuestra salud
tener elevada la presión máxima (sistólica), como la mínima (diastólica). Como
he dicho anteriormente, la tensión normal ha de estar, preferentemente, por
debajo de 140/90.
Comentarios